Todos tenemos sueños, sueños que esperamos que se cumplan algún día.
Durante mucho tiempo tenemos la esperanza de que se hagan realidad ellos
solos, sin intentarlo nosotros. Pero llega un momento, en el que nos
damos cuenta de que estamos preparados para hacerlos reales nosotros. Y
entonces somos capaces de pasar por encima de muchas cosas para
conseguir llegar a nuestro objetivo. Nos esforzamos, luchamos, peleamos,
siempre pensando en la recompensa de nuestro trabajo. Pero hay veces
que necesitamos ayuda, necesitamos que alguien nos empuje para seguir. A
veces esa persona llega de forma inesperada y se va sin decir adiós.
Otras veces se vuelve imprescindible y cuando se marcha deja nuestro
corazón roto en mil pedazos. Pero, con suerte, nunca nos dejan. Después
de ayudarnos a realizar nuestro sueño siguen ahí, no se van. Y esas son
las personas que un día llegas a apreciar más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario